Celebramos este día con todos los especialistas en Terapia Intensiva, que soportaron el PESO DE LA PANDEMIA en sus hombros y formaron aceleradamente al recurso humano del equipo de Salud.
Fueron ellos los que probaron de todo en el arsenal médico para combatir la pandemia, sostuvieron la mano del médico que estaba ayudando en la urgencia, apoyaron emocionalmente a los que no podían continuar, olvidando sus propias flaquezas. Aumentaron la educación médica y la prédica del esfuerzo en el medio del caos. Consolaron al paciente temeroso y entendieron la ansiedad de las familias en muchas horas de vídeo llamadas. Humanizaron la labor en medio de todas las restricciones de contacto.
La labor del intensivista, además de brindar el mayor cuidado posible a los pacientes críticos a su cargo, es darle confort y calidad humana en el proceso de recuperación, o dependiendo de la situación, evitar el deterioro de la salud, dando lo mejor de sí, aunque muchas veces eso no sea suficiente.
Los recursos humanos de esta área realizan una labor multidisciplinaria, que incluye no solamente a la estancia del paciente en terapia intensiva, sino, además, la atención a personas cuyo ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva pudo haberse originado en cualquier servicio, como urgencias, quirófanos, salas de cirugía, clínica médica, obstetricia, traumatología, entre otros.
La Secretaría de Promosión y Prevención de la Salud del INSAP y la AMP destacan en este día el compromiso y la entrega de los agremiados que asisten la salud crítica desde la vocación de servicio en nuestra ciudad, como así también, los trabajos multidisciplinarios que realizan constantemente entre el personal de enfermería especializado en medicina crítica, fisioterapia, rehabilitación y nutrición para que el paciente crítico reciba una óptima atención.
"Comprometida con la promoción y protección de la salud y con la defensa del Trabajo Médico"