Los sucesos de los últimos días que se manifestaron en los hospitales públicos de nuestra ciudad mostraron, una vez más, síntomas que evidencian la profunda crisis que atraviesa el sistema de salud de la región. Sin respuestas concretas ni políticas públicas que prometan un mejor futuro a corto plazo, pareciera que sólo se está a la espera de los peores desenlaces.
Relato vs Realidad
Los últimos días de enero de 2019 fueron testigos de situaciones inconcebibles en el Hospital San Martín. Reiterados cortes de luz, fallas en los grupos electrógenos, caídas de techos, falencias en los ascensores, entre tantos otros hechos naturalizados por el deterioro de la salud pública, hicieron que una vez más la atención de la opinión pública se pose sobre un área que los distintos gobiernos continúa sin resolver.
El HIGA San Martín es un hospital de alta complejidad, recibe derivaciones de toda la provincia y de otros lugares del país, cumple un rol fundamental en la coordinación del sistema público de salud y, sin embargo, la constante es: el desfinanciamiento, el deterioro de los salarios y la infraestructura, el mantenimiento a discreción de las instalaciones, la violencia diaria que padecen médicos y pacientes, entre tantos otros flagelos. Y esta situación puntual es sólo un ejemplo entre tantos otros.
Es evidente que la salud no es una prioridad para los gobiernos que han conducido y conducen los destinos de nuestra provincia. Y para sostener esta afirmación no es adecuado tomar en cuenta los discursos y relatos de campaña, ni los spot televisivos, ni las entrevistas pautadas en los grandes medios. Por el contrario, es adecuado tomar directamente las evidencias de la realidad observable, de nuestra cotidianeidad tangible, los datos objetivos. Salarios que se ven empobrecidos, instalaciones de antaño sin aggiornamiento, nuevos pabellones sin mantenimiento, falta de insumos, violencia ascendente para los equipos de salud pero también para los pacientes, repartición ineficiente e ineficaz de los recursos, y así se podría continuar completando un listado infinito de carencias y deficiencias del sistema.
La Salud Violentada
La realidad nos compele a ser precisos, y más, cuando el tema central es la salud en tanto derecho humano garantizado por nuestra Constitución Nacional. No hay dudas de que tanto los pacientes como los equipos de salud en su conjunto están sometidos a violencias variadas, múltiples, disímiles, pero violencias al fin. Pacientes violentados por las demoras, por los trámites de excepción desproporcionados, por la carencia de medicamentos, por Hospitales que no están en condiciones para la debida atención, por la falta de insumos para ser atenidos, por turnos para fechas y horarios desopilantes frente a la urgencia, a la necesidad, a la desesperación. Equipos de salud violentados por salarios injustos cada vez más pauperizados, por condiciones laborales inhumanas, por la falta de horas de descanso adecuadas, por industria de los juicios indebidos, por la carencia de la tecnología correspondiente a los tiempos que corren, por la inadecuada manutención de la infraestructura mínima para brindar una atención de calidad. El sistema de salud no sólo está en crisis, sino que se ha transformado en un instrumento violentador de sus beneficiarios y de sus trabajadores.
Y en este realidad el Gobierno se mantiene distante, como si la situación no recayera dentro sus responsabilidades, como no haciéndose cargo de algo que parecería ser obligación de otros, como esperando que el tiempo una vez más aplaque lo que sólo cada tanto, sólo muy de vez en cuando, ocupa la tapa de los diarios y portales, y por ende, no está en las prioridades de la agenda política ni de las estrategias de campaña.
El Futuro de la Salud
Qué le depare al futuro de la salud, dependerá de múltiples factores. Sin embargo, el reclamo y la demanda de la sociedad y de los equipos de salud para que esta situación se revierta no es una situación que se negocie ni que pueda solaparse. En este sentido es fundamental sostener las luchas que reivindican los derechos que poseemos y debemos poder ejercer dignamente, entre ellos la salud, y en consecuencia, la existencia de un sistema de salud de calidad que responda a las necesidades de todos nosotros.
Por ello es que en el día de mañana jueves 7 de febrero, el Abrazo Solidario al Hospital San Martín se erige en un punto fundamental, que debe contar con el apoyo de la sociedad en su conjunto, porque es un abrazo que va más allá de cualquier sesgo político, que tiende los brazos a un futuro que pretendemos todos sea mejor, más justo, más digno, pero por sobre todas las cosas, solidario con todos esos otros que cada día son atendidos en nuestros hospitales y con todos aquellos que a diario nos atienden a nosotros y a nuestros familiares para salvar nuestras vidas, cuidarnos y que estemos a salud.
Consejo Directivo
AGREMIACIÓN MÉDICA PLATENSE
"Comprometida con la promoción y protección de la salud y con la defensa del Trabajo Médico"